Después de un tiempo buscando, la satisfacción que provoca que una empresa se fije en nuestro perfil y nos contacte puede ser precipitada. Aunque la ilusión (o la necesidad) de encontrar un trabajo nos ciegue temporalmente, es recomendable detenerse y examinar la oferta porque hay ocasiones en las que también es lícito rechazar una oferta de empleo.
La decisión, por supuesto, siempre es tuya. Sin embargo, es conveniente no precipitarse y analizar lo que la empresa está ofreciendo:
¿Estás de acuerdo con el salario? ¿Se ajusta a tus expectativas?
¿El horario es el que te interesa?
¿La ubicación?
¿Te explicaron bien las tareas y responsabilidades del puesto?
Estos son algunos aspectos que debes tener en cuenta, pero hay más: ¿cómo es el ambiente de trabajo? ¿Hay un buen clima laboral? ¿Hay mucha rotación de personal? ¿Sabes si tienes algún tipo de beneficio?
Si una vez analizados todos estos aspectos sientes que no es tu lugar, quizás sea mejor rechazar la oferta de empleo. Pero veamos estas causas por partes.
Qué puede hacerte rechazar una oferta de empleo
La ubicación
Si vives en una gran ciudad donde las distancias pueden superar la hora, la ubicación de una oferta de empleo puede ser determinante. Si se trata de un trabajo presencial que te exija ir todos los días, antes de aceptarla comprueba el trayecto desde tu casa, el medio de transporte que tienes que emplear y si te compensa el tiempo invertido en los traslados.
En la actualidad, cada vez son más las empresas que ofrecen trabajo en remoto (desde casa) o en modalidad híbrida (esto es: unos días en la oficina y otros en casa). Valora qué tipo de modalidad te compensa y si es posible negociarla.
La cultura de la compañía
Ignorar la importancia de la cultura de la compañía es un error bastante común. Si lo que buscas es un ambiente de empresa multinacional, puede resultar poco satisfactorio entrar en una empresa con un carácter más familiar, ya que los protocolos y los procesos son muy diferentes.
También es importante, si puedes, conocer con antelación el grado de satisfacción del equipo de trabajo, si están satisfechos con las condiciones laborales, con la flexibilidad de los horarios (si es que es una de las promesas de la empresa); descubre cómo son las relaciones con los mandos intermedios y superiores: ¿hay una cultura de participación, de escucha, de colaboración? ¿O es, por el contrario, una jerarquía estricta e inamovible donde no se permite el intercambio de ideas y opiniones?
Una manera fácil de obtener esta información es recurriendo a las valoraciones de empresas que hacen los profesionales en los portales de empleo. En Computrabajo, por ejemplo, puedes encontrar miles de opiniones sobre las empresas que anuncian vacantes en tu país.
Si la cultura de la empresa no te convence, es posible que lo mejor sea rechazar la oferta de empleo.
Los valores de la empresa
Este es otro aspecto que debes considerar antes de aceptar o rechazar una oferta de empleo. ¿Qué intereses tiene la empresa, además del obvio de ser rentable? ¿Se preocupan por las mismas causas que tú? Si tienes conciencia climática, pero la empresa es una de las mayores contaminantes del país, por poner un ejemplo, quizás puedas tener ciertos conflictos cuando te veas trabajando ahí.
¿Cuáles son actualmente sus proyectos más importantes? ¿Encajan con tus objetivos? Toda esta información, junto con su historia, la puedes encontrar en la página web de la empresa o en las secciones dedicadas a Empresas de Computrabajo.
Posibilidades de crecimiento profesional
Rechazar una oferta de empleo puede parecer una locura, pero en ocasiones más vale prevenir que lamentar. Además de los aspectos que comentamos anteriormente, también debes revisar si la empresa ofrece posibilidades de crecimiento profesional y si estos se ajustan a tus objetivos.
De hecho, esa es una de las preguntas que puedes hacer durante la entrevista: ¿cuáles son las posibilidades de crecimiento profesional? El cargo al que aspiras, ¿es un cargo permanente o es posible que puedas, en el medio-largo plazo, ascender y adquirir otras responsabilidades? ¿Ofrecen algún tipo de formación al equipo de trabajo? ¿Es posible la promoción interna?
Revisa las noticias económicas
Revisa en las noticias y medios nacionales qué información se publica para conocer si es una empresa rentable, que se está expandiendo o, por el contrario, está limitando cada vez más sus recursos y despidiendo personal. Así, tendrás una idea de cómo puede ser tu futuro inmediato si trabajas ahí o, en caso de que no te convenza, rechazar la oferta de trabajo.
Visita sus redes sociales
La imagen importa y tendrás que preguntarte si quieres que te asocien a la imagen de marca de esta empresa. Visita sus redes sociales para ver qué imagen transmiten, cómo cuidan su presencia en las redes: ¿son innovadores?, ¿se preocupan por un buen diseño y una buena estética?, ¿está el equipo implicado en las redes sociales?, ¿publican contenidos sobre la vida en la empresa?
Esto te dará una mejor idea de cómo son, qué cuidan y si quieres aceptar o rechazar la oferta de trabajo.
¿Cuáles son los beneficios?
Además de las ventajas económicas, que obviamente importan a la hora de aceptar o rechazar una oferta de empleo, hay una serie de beneficios que también deben tenerse en cuenta. ¿Sabes cuál es la política de retención de la empresa?, esto es, ¿cómo consiguen evitar la rotación de personal?
Infórmate si tienen planes de carrera, políticas de flexibilidad retributiva, de conciliación familiar. Hay cada vez más empresas que ofrecen descuentos para las comidas o incluso comida gratis en su comedor.
En resumen, no aceptes una oferta de trabajo a la primera. Revisa bien todas las condiciones que te ofrecen y valora si son las que necesitas o encajan con tus expectativas para no dar un paso en falso y sentir que, realmente, es un buen lugar para trabajar.
