La salud mental en el trabajo se ha convertido en uno de los temas más relevantes en la sociedad actual, especialmente después de la pandemia y la incertidumbre económica global. El número de personas que sufren problemas de salud mental ha aumentado considerablemente. Sin embargo, tomar la decisión de dejar un trabajo para cuidar de tu salud mental puede ser complicado y estar mal visto en algunos círculos.
En muchas sociedades, abandonar un empleo sin tener otro asegurado es casi un sacrificio que no todos pueden permitirse, y quienes lo hacen a menudo tienen que enfrentar cierta estigmatización. En el entorno laboral, nos han enseñado que debemos soportar todo. Tener un mal jefe o trabajar en un ambiente insano se considera algo normal. Sin embargo, estos factores pueden generar graves problemas de salud mental y estrés.
La realidad precaria hace que, aunque legítima, la decisión de dejar un empleo para cuidar de la salud mental sea poco realista para muchas personas.
Por qué debes empezar a cuidar de tu salud mental en el trabajo
Muchos y muchas profesionales viven o vivieron en entornos laborales tóxicos. Estos entornos pueden incluir mensajes de trabajo a altas horas de la madrugada, la necesidad de hacer horas extra sin motivo, jefes o jefas incompetentes, maltrato verbal, sueldos bajos, y poca estabilidad laboral y económica. Todo esto puede traducirse en una somatización física del estrés y la presión, conocido como síndrome de burnout, el cual puede tener varios grados.
El grado más severo afecta tanto física como emocionalmente a la persona, pudiendo causar graves problemas de salud.
¿Cuándo debemos considerar cambiar de empleo para cuidar nuestra salud mental?
Aquí hay algunos síntomas que pueden alertarnos de que es el momento de cambiar de empleo:
- Cansancio crónico: sentirse constantemente agotado o agotada.
- Preocupación constante por el trabajo: incapacidad para dejar de pensar en el trabajo.
- Incapacidad para desconectar: no poder relajarse o disfrutar del tiempo libre.
- Problemas de sueño: dificultades para dormir o descansar adecuadamente.
- Apatía: falta de interés o motivación por el trabajo y otras actividades.
Estos síntomas pueden derivar en dolores físicos como dolores de cabeza, problemas de estómago, inapetencia, y finalmente, problemas de autoestima.
Cada persona tiene un límite y su capacidad de aguante depende únicamente de ella. Es importante que sepamos reconocer cuando cruzamos ese límite o estamos a punto de hacerlo para poder tomar medidas al respecto. El límite lo marca cada persona.
¿El trabajo como proyecto de vida?
Durante mucho tiempo, el trabajo ha sido una de las principales formas en que las personas se definen a sí mismas. La pregunta "¿A qué te dedicas?" ha sido central en las conversaciones, indicando que nuestra identidad estaba profundamente ligada a nuestra profesión. Sin embargo, esta tendencia está cambiando radicalmente. Hoy en día, ya no se vive para trabajar; se trabaja para vivir. Este cambio de perspectiva es fundamental para mantener un equilibrio entre la vida profesional y personal y, por tanto cuidar de la salud mental en el trabajo.
Pensar en nuestro proyecto de vida es más importante que nunca. La clave está en preguntarnos qué queremos realmente y cuál es nuestro objetivo en la vida. ¿Qué estamos dispuestos a aguantar y qué no? Identificar estos puntos nos ayudará a tomar decisiones más alineadas con nuestro bienestar y felicidad a largo plazo.
Cuando estamos pasando por un momento difícil en el trabajo, planear a medio plazo puede ser complicado. Sin embargo, establecer objetivos a corto plazo puede servir como un aliciente para el cambio. Estos pequeños objetivos pueden proporcionar la motivación necesaria para seguir adelante y realizar cambios significativos en nuestra vida.
Es crucial definir qué queremos personalmente y profesionalmente. ¿Buscas más tiempo para tu familia, mejorar tu salud, aprender una nueva habilidad o simplemente encontrar un trabajo que te haga sentir valorado y feliz? Saber esto te permitirá tomar decisiones que estén alineadas con tus verdaderos deseos y necesidades.
Además, es importante analizar las señales o red flags de la organización en la que trabajamos. Conocer en detalle qué factores nos llevaron a sentirnos mal nos ayudará a evitar situaciones similares en futuros empleos. Evaluar las características de las empresas a las que aplicamos y asegurarnos de que su cultura laboral sea saludable y de apoyo es esencial.
Los psicólogos recomiendan dejar pasar un tiempo antes de empezar a buscar trabajo nuevamente, para permitirnos recuperarnos y reflexionar sobre nuestras experiencias. Aunque en algunas ocasiones esto no es posible debido a razones económicas, es importante tomarse el tiempo que sea necesario para fortalecer nuestra valía profesional y reflejarlo en nuestro currículum.
Reforzar nuestra autoestima después de una experiencia laboral tóxica es fundamental. Puedes realizar ejercicios como hacer un listado de logros y de tus diferencias como profesional. Piensa en lo que destacarías de una persona con tus mismas características y habilidades. Ver nuestras fortalezas en tercera persona puede ser muy útil cuando nuestra autoestima ha sido dañada.
En conclusión, nuestra identidad ya no debe estar atada únicamente a nuestra profesión. Trabajar para vivir, en lugar de vivir para trabajar, nos permite mantener un equilibrio saludable y alcanzar una mayor satisfacción en todas las áreas de nuestra vida. Definir un proyecto de vida claro y alineado con nuestros valores y objetivos personales es esencial para tomar decisiones profesionales que realmente contribuyan a nuestro bienestar integral.
¿Hablar de la salud mental en el trabajo durante la entrevista?
Esta es una gran pregunta. Sigue existiendo en el mercado laboral un tabú con respecto a la salud mental. Muchas empresas ven como negativo haber priorizado la salud mental por encima del trabajo.
Mara Aznar, psicóloga experta en recursos humanos y Talent Acquisition Manager en Atwork, señala que la mayoría de las empresas aún valoran la idea de ‘no parar’.
Esto hace que se conciba como algo negativo que una persona haya estado un año sin trabajar y dedicando su tiempo a analizar qué quiere hacer en la vida.
Cuando alguien para y no lo hace para formarse o mejorar sus aptitudes laborales, la empresa puede considerar a este candidato o candidata como una persona poco resiliente. Las empresas quieren personas capaces de aguantar altos niveles de presión y grandes volúmenes de trabajo.
El sentimiento de culpa es uno de los síntomas más comunes tras abandonar un empleo. Muchos y muchas profesionales consideran que han fracasado y enfrentarse a la búsqueda de empleo con ese sentimiento no ayuda. Nuestra recomendación es que cuentes tu historia si crees que la empresa es empática y puede valorar esa información.
Si te sientes a gusto diciéndolo y si crees que el personal reclutador no te penalizará, hazlo. Cada vez hay más organizaciones que no estigmatizan el tema de la salud mental en el trabajo y ven con buenos ojos la priorización del bienestar personal.
Estrategias para reforzar la autoestima y la salud mental en el trabajo
Después de salir de un entorno laboral tóxico, es muy importante que trabajes en reforzar tu autoestima. Estas son algunas estrategias que puedes implementar:
- Listados de logros: haz un listado de tus logros profesionales y personales. Esto te ayudará a recordar tus capacidades y fortalezas.
- Evaluación de habilidades: reflexiona sobre tus habilidades y competencias. ¿Qué te hace único? ¿Qué puedes ofrecer a un nuevo empleador?
- Terapia y apoyo psicológico: considera buscar ayuda profesional para trabajar en los problemas emocionales y de autoestima que puedan haber surgido del entorno laboral tóxico.
- Red de apoyo: mantén el contacto con amigos, familiares y excompañeros de trabajo que te apoyen y valoren.
Buscando un nuevo empleo
Una vez que te sientas preparado o preparada para buscar un nuevo empleo, es importante que lo hagas con confianza y claridad. Aquí hay algunos consejos para ayudarte en tu búsqueda:
- Actualiza tu currículum: asegúrate de que tu currículum refleje todas tus habilidades, logros y experiencias. No tengas miedo de destacar tus fortalezas.
- Investiga las empresas: investiga las empresas a las que aplicas. Busca señales de una cultura laboral saludable y positiva.
- Prepara tus respuestas: prepárate para responder preguntas sobre tu experiencia pasada y las razones por las que dejaste tu último trabajo. Enfócate en lo que has aprendido y cómo has crecido a partir de esa experiencia.
- Red de contactos: utiliza tu red de contactos para encontrar oportunidades y obtener referencias.
Dejar un trabajo para cuidar de tu salud mental es una decisión valiente y necesaria en muchas ocasiones. Aunque puede ser un desafío enfrentar el estigma y la incertidumbre económica, priorizar tu bienestar es fundamental. Asegúrate de reconocer los indicadores de que necesitas un cambio, trabaja en tu proyecto de vida y busca un nuevo empleo con confianza y claridad. Reforzar tu autoestima te ayudará a enfrentar nuevos desafíos y encontrar un entorno laboral que valore tu salud mental y bienestar.
